Para la vocación independentista del pueblo cubano, derribar de aquel monumento el águila imperial frente al Malecón habanero —no la tarja que recuerda a las víctimas del hundimiento Maine, ni la que cita la Resolución en que el gobierno de los Estados Unidos supuestamente se comprometía a reconocer la plena independencia de Cuba— era un acto más legítimo que perpetuar aquella insignia. No hay por qué restablecerla para obedecer un sentido acrítico de la restauración urbana, y menos aún por aceptación de una “normalidad” que negaría la historia revolucionaria del pueblo cubano y de su lucha.
via Cubadebate http://ift.tt/Ksfwk6
via Cubadebate http://ift.tt/Ksfwk6
No comments:
Post a Comment