Ángel Sosa y su cuerpo de dirección debieron ir con todo hasta el final, pidiéndoles a los lesionados un último esfuerzo, permitiendo que Viera se recuperara y volviera a mostrar la enorme clase que encandiló al país la noche anterior. Para un conjunto tradicionalmente modesto como Las Tunas no hay nada más valioso que su orgullo y su autoestima, que la tranquilidad de saber que a su gente no le importan las derrotas si no quedó nada por entregar.
via Cubadebate http://ift.tt/1dwRkZr
via Cubadebate http://ift.tt/1dwRkZr
No comments:
Post a Comment