La muchedumbre de la Peña del Parque Central habanero no se lo podía creer, y algunos incluso llegaron a enjugarse los ojos, como en las películas: inesperadamente, delante de ellos se aparecieron Ken Griffey Jr. y Barry Larkin, dos monstruos sagrados de la historia reciente de las Grandes Ligas estadounidenses. "Oh my God, I can't believe it" (Dios mío, no puedo creerlo), decía repetidamente uno de los habituales de la Peña en aceptable inglés.
via Cubadebate http://ift.tt/LJsJpo
via Cubadebate http://ift.tt/LJsJpo
No comments:
Post a Comment